Las redes y los nuevos artistas
Las redes y los nuevos artistas
Realizado por Alicia Mínguez, Alejandra de los Reyes Hernández y Judit García.Vivimos en la era de Internet, en la que gracias a los nuevos avances tecnológicos nuestra vida diaria se ve alterada tanto de forma positiva como negativa pues se pueden dar muchos usos a estas nuevas redes.
Es cierto que hoy en día tenemos mucha dependencia de estas plataformas que nos facilitan tanto la vida y muchas personas pueden llegar a hacer un mal uso de los mismos como por ejemplo hacer ciberbullying a otros usuarios, descargar contenidos ilegalmente, violar la intimidad personal y adquirir datos de terceros de forma ilegal, etc. Pero a pesar de todos estos inconvenientes también podemos hacer un buen uso de todo lo que nos ofrece la Red como, por ejemplo, dar a conocer nuestro talento.
Internet ha sido usada como herramienta por muchos jóvenes para darse a conocer subiendo sus contenidos y creaciones a esta plataforma mediante la cual ha podido llegar a muchos usuarios. Estos, a su vez, han ido difundiendo dichos contenidos e interactuando con ellos por lo que nos encontramos ante una revolución cultural.
La Red ofrece muchas opciones de mostrar el trabajo y las creaciones de estos jóvenes artistas mediante plataformas como YouTube, Wattpad, Twitter, Facebook, Instagram, entre otros.
Blas Ruiz, un joven escritor alicantino, Cristina Trujillo, una música en alza, y Marta Lario, una estudiante de comunicación audiovisual apasionada de la poesía, nos acompañan para aportarnos sus experiencias durante su trayectoria.
BLAS RUIZ
P: ¿Qué te llevó a empezar a escribir y cuándo comenzaste?B: Supongo que fue un poco la curiosidad por ver si podía. Yo creía que sí, pero una cosa es la teoría y otra bien distinta la práctica. Siempre he sido amante de la lectura, de manera compulsiva, diría.
Escribí mi primera novela en dos semanas. Eran casi 300 páginas de despropósitos estilísticos y faltas de puntuación por doquier. Pero lo había logrado, era una historia consistente y había salido de mí.
P: ¿Qué te aporta personalmente?
B: Es indescriptible. Desde el momento en el que me liberé en ese sentido las historias comenzaron a llegar a mi cabeza. Me siento libre cuando escribo.
P: ¿Cuál es el objetivo de tu trabajo?
B: Necesito contar lo que pasa por mi mente. Crear mundos reales pero a la vez tan llenos de ficción que hagan identificarse tanto a mis lectores como yo me identifico con ellos. Estoy en una constante nube en la que me dejo llevar. Ahora sólo dejo que el viento me lleve y hago las cosas del modo en el que me apetece. Pienso que al primero que le debe gustar lo que hago es a mí mismo.
P: ¿Qué papel tienen los medios en el desarrollo o en el día a día de tu trabajo profesional? ¿Cómo crees que te han ayudado?
B: La sociedad evoluciona constantemente. Y hay ciertos barcos en los que, o te subes, o te quedas en tierra con lo que ello conlleva. Los medios han ido evolucionando y, como escritor, sería de estúpidos no explotarlos en mi propio beneficio. En mi caso hago un uso intensivo de las redes sociales. Sé que para el escritor consagrado no son tan importantes, pero para el recién llegado, para el que necesita llegar cada día a más gente para que las grandes editoriales apuesten por él, es algo indispensable. A mí me ha permitido llegar a lugares que nunca hubiera imaginado. A gente de países que ni soñé. También digo que hay que utilizar todo esto con cabeza. Las redes son tan beneficiosas como dañinas. Debes saber separar ambos lados.
P: ¿Interactúas con tus lectores?
B: A diario. Nunca jamás me he dejado una pregunta sin contestar y, fruto de eso, cada día llegan más y más. Una forma de devolverle ese cariño recibido es prestarles toda la atención que se les pueda dar.
P: ¿Cómo llegaste a publicar tu obra? Explícanos tu trayectoria.
B: Envié mi primer manuscrito a todas las editoriales que encontré en Internet. Me respondieron muy pocas, pero algunas de ellas fueron con respuesta automatizada de: no nos interesa nada ahora. Entonces descubrí que uno podía auto publicarse. Era gratis, por lo que, ¿por qué no probar? Eso hice. Las reacciones fueron dispares porque recibí muchas críticas por el estado del texto pero también muy buenos consejos que me hicieron ponerme las pilas y tomármelo todo mucho más en serio. Desde entonces sólo intento mejorar día a día. Las ventas de mi segunda novela fueron espectaculares. Tanto que las grandes editoriales se comenzaron a fijar en mí. Para la publicación de la tercera entré en una muy grande (Ediciones B) con la que las ventas sólo hicieron crecer más y más. Ahora tengo la inmensa suerte de seguir en la misma editorial y haber fichado también por Anaya para un libro que saldrá muy en breve.
P: ¿Qué consejos darías a los que han empezado por el mismo camino que tú?
B: Que no desistan. Que es duro, muy duro. Hay que trabajar todos los días, no vale eso de: lo hago como hobby. Si quieres dedicarte a esto necesitas implicación. Si alguien ha llegado a algún punto será por algo, por lo que no hay que cerrarse en banda y pensar que uno mismo lo sabe todo. Ni mucho menos. Tampoco hay que ser extremista en ese sentido y asumir todo lo que te cuenten. Se debe aprender a saber qué consejos son buenos y qué otros no tanto. Eso lo da la experiencia. Por lo demás, hay que cuidar mucho los manuscritos. No importa tanto cómo es tu prosa si lo que cuentas está mal estructurado o carece de sentido. Hay que investigar, corregir, releer, escribir, cuidar los detalles…
P: ¿Qué crees que es lo peor y lo mejor de este “mundillo”?
B: Lo mejor: Poder contar lo que pasa por tu cabeza. Poder llegar a la gente. El cariño que te dan, que muchas veces es lo que tú les das, pero multiplicado por mil. La satisfacción de saber que haces algo bonito y bueno, entretienes a la gente en momentos difíciles para ellos. El proceso de investigación, que si quieres puede ser tan apasionante que hasta te guste más que la escritura. La gente que conoces, no solo lectores, sino compañeros que lo dan todo por ti.
Lo peor: La constancia. Si dejas de serlo, lo pierdes todo. No suele haber envidia, pero como en todas las facetas de la vida, hay personas que no tienen nada mejor que hacer que molestar. A esos se les aprende a ignorar con el tiempo.
CRISTINA TRUJILLO
Periodista: ¿Cómo fue lo de empezar a subir tus producciones a redes sociales?Cristina: Un día me dio por subir una canción a Youtube, una de la Oreja de Van Gogh, que no la conoce casi nadie, y me puse a grabar en mi casa con el pijama puesto.
La grabé, la subí a Youtube y a Facebook, y fue un boom total. La gente por mi pueblo me paraba y me decía: “oye que te he visto en Facebook que guay.” Me paro hasta un hombre que lleva la radio allí y me dijo que me quería hacer una entrevista y que cantara y claro yo estaba un poco alucinando.
P: ¿Crees que mediante el uso de las redes has dado a conocer con mayor magnitud tu producción?
C: Sí, la verdad es que sí. Sobre todo este verano, que me dio por subir una canción a Facebook y a todo el mundo le encantó. Tiene unas 7000 visitas y a raíz de esa canción, de compartirla, me localizaron unos chavales en mi pueblo que están grabando una serie, una webserie, y me “contrataron” para que yo colaborase en uno de sus capítulos cantando esa canción. Se puede decir que a través de las redes, quieras o no, te van abriendo puertas y te van conociendo.
P: ¿Sabes que difusión tienen tu canal y tus redes?
C: Pues mira, creo que te puedo decir hasta los subscriptores que tengo en Youtube creo que son 52 o poco más (ríe). Es que no me promociono, ese es el problema, que ni sé ni tampoco le dedico mucho tiempo a darme a conocer a la gente. Yo si subo un vídeo en Facebook, lo que lo vean mis amigos y lo que lo quieran compartir, pero no le hecho muchas cuentas a eso. Debería hacerlo, pero no lo hago.
P: Es decir, que no te preocupa el voy a llegar a más gente, voy a compartirlo, por decir así hacer spam...
C: A mí me gustaría llegar a más gente pero es que no hay manera. Hace poco subí otro vídeo a Facebook y, mientras que el que subí en verano que tuvo muchísima difusión, los otros que he estado subiendo más adelante nada. Tampoco quiero ser pesada, no me voy a poner todos los días venga a compartir.
P: ¿Qué consejos darías a los que han empezado por el mismo camino que tú?
C: Siempre que hagan lo que a ellos les guste porque a mí siempre me han dicho que grabe canciones de moda, pero si no me gustan, no las voy a grabar. Yo voy a grabar y voy a publicar lo que a mí me gusta y eso es una cosa que siempre he tenido clara. Subiré canciones que me transmitan algo porque la música para mí es sentimiento, prefiero grabar canciones que para mí signifiquen algo.
Por eso, para la gente que sienta la música tan profundo, que hagan siempre lo que les apetezca y lo que les salga del corazón. Si quieren grabar una canción muy antigua pues que la graben. Quién sabe si a lo mejor algún día un productor musical mira mi canal y ve una canción que no conoce nadie y decide contactar conmigo.
Siempre es hacer lo que uno quiere, con lo que uno se siente a gusto.
P: ¿Has tenido alguna vez algún problema debido a redes sociales en las que publicas tu trabajo?
C: La verdad que no, he tenido bastante suerte en esos temas. No se me ha dado ningún caso, la verdad.
MARTA LARIO
P: Antes de dar el salto a las redes, ¿solías escribir?M: Escribo desde hace muchos. Al principio lo hacía a mano, en relatos cortos. Con alguno de ellos llegué incluso a ganar concursos a pequeña escala. No obstante, el relato corto pronto comenzó a quedarse corto para lo que quería contar. Hilando varias ideas, comencé a adentrarme en el género de la novela. Lo que escribo en la actualidad, más alejado de la prosa para acercarse a la poesía moderna, vino bastante después.
P: ¿Por qué decidiste abrir tu blog “la chica de los pies eternamente fríos”?
M: Es un blog enfocado por completo a la poesía moderna, y no a la prosa que he llegado a escribir. Si bien en la infancia escribía una poesía muy ceñida a la métrica clásica, abandoné la misma en su momento. Años más tarde volví a abrazarla por algo que quizás suene típico: precisamente por una persona que me habló de la poesía actual. Ese blog no comenzó más que como un intento de que esa persona volviese a escucharme cuando había dejado de hacerlo.
P: ¿Cuál es tu objetivo con él?
M: Lo que me mueve principalmente es llegar a la gente que esté dispuesta a recibir lo que escribo. Si bien es cierto que no necesito de las redes para seguir escribiendo, sin la existencia del blog no sería posible compartirlo. Y me basta con saber que he logrado atravesar la corteza de una sola persona para sentirme muy feliz y orgullosa.
P: ¿Interactúas con tus lectores?
M: Las redes sociales son la forma más sencilla de contactar conmigo. De hecho, si digo que vivo en Twitter quizás esté exagerando, pero no demasiado. Quizás el campo de internet sea demasiado amplio como para identificar a mis lectores, pero es cierto que hay personas que me leen de manera habitual y a las que tengo bastante situadas.
Hay usuarios a los que les tengo mucho aprecio por su apoyo y el tiempo que dedican a leerme.
P: ¿Cómo llegaste a publicar tu obra?
M: Llevaba tiempo planteándome publicar algo de este estilo. Hace ya varios años que publiqué mi primera novela, y realmente me apetecía volver a sostener entre las manos un ejemplar de mi autoría. Fue entonces cuando comencé a darle vueltas a la idea de sacar a la luz algo semejante a lo que estaba haciendo en el blog.
De vuelta a Twitter comprobé que un conocido había publicado recientemente un poemario. De forma casi inmediata, me fascinó el diseño con el que habían vestido a su trabajo, así que le pregunté por la editorial. Este chico, Fabio, me remitió a la editorial. Y el resto, como suele decirse, es historia.
P: ¿Cómo crees que te han ayudado las nuevas tecnologías a dar a conocer tus trabajos literarios?
M: Las nuevas tecnologías me parecen una parte muy importante de la difusión del trabajo artístico, no únicamente literario. Ya hablemos de música, de dibujo, de fotografía u otro material audiovisual, me parece muy necesaria la movilización en redes sociales. Hay más gente buscando publicar que editoriales que busquen autores. Por tanto las nuevas tecnologías permiten no sólo publicar sin necesidad de estar en esa cúspide (nadie nace sabiendo), sino también alcanzar una audiencia que, aunque pueda ser pequeña, a nivel personal te puede aportar más que una gran masa.
P: ¿Qué consejos darías a los que han empezado por el mismo camino que tú?
M: Recomiendo a esa gente que no deje lo que hace en un cajón cogiendo polvo. ¿Has terminado un poemario o una novela? Ya tienes la parte más “difícil” completada. Ahora toca quitarte la vergüenza, recibir feedback para mejorar tu obra y, una vez que la perfecciones, ponerte a moverla.
Si bien el realismo y la autocrítica son positivos a la hora progresar a nivel artístico, también hay que dejar volar de vez en cuando a la parte soñadora: es una lástima que muchas personas con auténtico talento o potencial se subestimen tanto como para no atreverse a enseñar su trabajo. Si no es a la primera, quizás sea a la segunda o a la tercera o a la cuarta. La cuestión es no rendirse y seguir puliendo.
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