Time's up: las mujeres deportistas han llegado y van a quedarse
Time's up: las mujeres deportistas han llegado y van a quedarse
"Las diez
periodistas más guapas del mundo", "Las mujeres conquistan el
deporte", "Las periodistas más destacadas en los deportes",
títulos que suenan mucho cuando hay que hablar del trabajo de una mujer en el
mundo del deporte, quizá porque todas ellas están ahí por la influencia de esos
artículos.
Como bien
sabemos el periodismo deportivo es aquella disciplina perteneciente al
periodismo que se dedica a recabar información y a elaborar noticias sobre el
ámbito de los deportes. A nivel histórico, normalmente siempre ha estado
dominado y protagonizado por hombres, pero realmente, ¿Cuál ha sido el papel de
las mujeres?
Si nos
remontamos un par de siglos podríamos decir que la prensa deportiva nace por
primera vez en nuestro país en torno al siglo XIX pero no será hasta las dos
primeras décadas del siglo XX que evolucionará. Es en este último siglo con la
incorporación de la mujer en el mercado laboral, cunado ésta verá la
posibilidad de abrirse paso ante un camino, previsiblemente, de hombres. De
hecho, si nos basamos en datos oficiales presentados en el informe del Global
Media Monitoring Project (GMMP) elaborado en el año 2015, la presencia femenina
en los espacios relacionados con la información fue de un 28% en cuanto a la
prensa radio y televisión, mientras que en periódicos digitales fue del 33%.
La presencia del
género femenino en los medios de comunicación ha sufrido un gran cambio con
respecto al año 2010, donde se ha pasado de un 34% a un 44%, en radio del 32%
al 59% y en televisión del 58% al 64%. Por tanto, podemos observar cómo desde
el inicio de su camino hasta el día de hoy, la mujer siempre ha tenido una
mayor presencia en televisión que en el mundo radiofónico donde, su presencia
es casi inexistente, sobre todo en el ámbito deportivo.
Tradicionalmente
el mundo del deporte ha estado dominado por deportistas masculinos lo que,
unido a la marginación de la mujer en el mundo laboral y a los estereotipos en
el mundo de los medios de comunicación ha propiciado que se impusiera el género
masculino también para retransmitirlo.
Hubo dos mujeres
importantes que destacaron y cambiaron la historia en el mundo de la
información deportiva, Mercedes Milá y Mari Carmen Izquierdo. Ambas fueron
pioneras en la televisión, Mari Carmen Izquierdo se dedicó al fútbol al igual
que Milá, quien fue la primera mujer que entrevistó en directo a Johann Cruyff,
aunque se dedicó más al deporte en general, teniendo un gran éxito y relevancia
en el mundo del motor, donde sobresalió con reportajes y entrevistas a grandes
personajes de la época, como Ángel Nieto o Nicky Lauda.
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Mercedes Milá para la primera retransmitiendo una carrera antigua de MotoGP.
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Si nos trasladamos al
ámbito general del periodismo, podríamos decir que para subir audiencia de
determinados programas no está mal visto el hecho de que las mujeres pasen como
“seres” cuyo coeficiente intelectual se ve delimitado (por no decir algo más ofensivo).
Es decir, el rol de la mujer se ve marcado por unas pautas que la hacen sentir
infravalorada y esto, nos lleva a pensar en muchas periodistas no sólo del
ámbito deportivo, como personas que no dan más de sí para hacer algo de
importancia o relevante.
Las mujeres que intentan
ser periodistas deportivas lo primero que han de mirar es un físico más que su
capacidad en el deporte que vaya a retransmitir. La estereotipación de la mujer
la convierte en un objeto que observar durante el trabajo que intenta realizar
pues, se presupone que la mujer está poco capacitada o se la infravalora a la
hora de amar un deporte o de sentirlo como un hombre. Por otra parte, se
utiliza a la mujer para ganar audiencia. Que una presentadora (que las hay
pocas) tenga unos ojos impactantes (por no decir otra cosa aún más grave) sirve
para captar audiencia lo que conviene a la cadena, mientras que una mujer con
los ojos pequeños y con determinada complexión física no servirá pues no es
capaz de mantener a la audiencia en el canal que se irá en busca de otro cuyo
espacio deportivo esté presentado por un hombre. Cristina Pedroche (periodista
de el programa ZAPEANDO de La Sexta) reconocía en un programa de
televisión presentado por Risto Mejide: “supongo que todo el mundo piensa que
las chuicas que trabajamos en la tele somos todas tontas y, yo no me considero
tonta y tengo muchas compañeras que no son tontas”. Por tanto, deducimos de
ello que su rol se ve reducido a interpretar un papel de “mujer florero” que se
encuentra presente con el fin del que hablábamos, de subir audiencia.
“Supongo que todo el mundo piensa que las chicas que trabajamos en la tele
somos todas tontas”
Cristina Pedroche
Además, el hecho de que
una mujer tenga vastos conocimientos en el terreno deportivo suscita muchas
inquietudes y reacciones, entre las que se encuentran un mayor requerimiento de
formación en dicha materia por parte de directivos de televisión, radio o
prensa. Esto quiere decir que el nivel de exigencia aumenta conforme cambiamos
de género masculino a género femenino.
Así que y como hemos
mencionado anteriormente, la formación no es suficiente si el aspecto y la
forma física no son acordes a los cánones establecidos. Esto nos conduce a
observar cómo cientos de mujeres que tienen una formación profesional acorde o
fuera de los límites decretados no puede acceder a los medios de comunicación
porque su físico “no acompaña” a lo que las grandes empresas requieren, pero,
realmente el ojo más crítico es el del espectador, quien recurre continuamente
a la “crítica fácil” donde se pone en cuestión el físico de las ya mencionadas
periodistas: “¿pero qué hace esa tía ahí?” ¿No ve que está gorda?” No obstante,
cuando se acude a valorar el trabajo realizado por ellas, siempre hay algún
comentario despectivo hacia el mismo “¿pero, qué va a saber una mujer sobre
eso?”
“Las leyes se pueden cambiar, pero la sociedad seguirá igual”
Por otra parte, como
decíamos, existe el hecho de que tradicionalmente la mujer ha estado relegada a
un segundo plano en la vida laboral lo que ha facilitado la consolidación del
hombre y ha empedrado el camino de la mujer. Y como bien se sabe, "las
leyes se pueden cambiar, pero la sociedad seguirá igual". Por ello es que
las mujeres no terminan esta lucha para igualarse al número de hombres en los
medios. El medio donde más triunfa es el la televisión, y no es que allí
el número de mujeres sea parecido al de hombres, sino que, al contrario
de lo que algunos artículos indican, la mujer ha ganado minutos de pantalla,
pero no más presencia.
En multitud de ocasiones
se ha justificado la presencia de la mujer en el periodismo deportivo por la
facilidad de la misma para extraer información a futbolistas, jugadores de
baloncesto, pilotos de Formula1, etc. ya que supuestamente, éstos se sienten
más cómodos ante la presencia de mujeres y, el ámbito de las entrevistas se
convierte en algo de una cercanía superior. Entonces es cuando nos volvemos a
plantear la objetivación de la mujer en este encuadre periodístico, es decir:
si queremos obtener más información por parte de periodistas, situamos a las
mujeres a pie de campo o pista, para extraerla, pero con cuidado, porque la
belleza de las mismas en mucho casos ha actuado a su contra pues “distraen a
los periodistas durante el juego”
En la radio es donde
destaca aún más el papel minoritario de una mujer. Su principal problema reside
en su timbre y tono de voz. La sociedad ha acostumbrado al oído, en relación
con lo expuesto antes, a que el que retransmita con pasión sea la voz grave de
un hombre, así que, la voz de una mujer resulta muy aguda y éstas deben
modificarla para llegar al "tono estándar".
Resultan increíbles todo
estos hechos que denigran a la mujer y la relegan a un segundo plano además de
acrecentar los estereotipos. Las mujeres somos igualmente capaces para tratar
temas de primera línea informativa que los hombres y los deportes son
igualmente todos importantes como para considerar que una mujer tenga que
retransmitir los de menos visualización.
Por ende, el camino de
la mujer aún es largo en la incorporación de los medios de comunicación y aún
quedan muchas batallas por ganar. Como dice el título, “Time´s up”, el tiempo
se ha acabado, se acabó. Las mujeres han llegado al mundo del deporte y van a
quedarse. Es el momento de luchar y vencer. De que haya verdadera igualdad de
género y mérito. La mujer ha de estar igualmente reconocida que el hombre. El
tiempo se ha agotado para todas las injusticias laborales para toda la
infravaloración y jerarquización. Ha llegado la hora en la que podamos estar al
nivel que nos merecemos, que no es otro que al mismo en el que están los
hombres.
Por Andrea López y María Camacho.
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